Batalha das Linhas de Elvas



Elvas es un tesoro de baluartes. La Batalha das Linhas de Elvas se libró el 14 de enero de 1659 entre los ejércitos de que venían desde Castilla y los que llegaban desde Setúbal y Coimbra.

Elvas es un teatro… de operaciones. Si el viajero sube al Forte de Sta. Luzía podrá ver una maqueta de la batalla, y armas antiguas y maniquíes en las esquinas de las calles del fuerte. Que no se preocupe, porque el guía le hablará maravillas de la batalla de las Líneas. Que no intente hacer fotos, porque no quiere que le robes la memoria.



Pero si el viajero quiere conocer mejor la Batalha, habrá de escalar al Forte de Graça. Estará cerrado. Pero si se puede colar, no olvidará el viaje en muchos años. Lo que ese fuerte esconde y atesora, ya abandonado, forma parte de las páginas más hermosas del libro de nuestro patrimonio. Bajo el fuerte, las planicies y las colinas alentejanas de la batalla. A lo lejos, el padrâo. El monumento que recuerda la gesta y los héroes.



Así lo cuentan:

En 1658 un ejército español, comandado por Luis de Haro, acampaba en la frontera del río Caya, con 14.000 hombres de infantería, 5.000 de caballería, artillería, municiones, etc. Transcurren varios días en que los españoles preparan el cerco de Elvas, y los portugueses la defensa de la ciudad. Luis de Haro distribuyó sus tropas a lo largo de trincheras, dando órdenes para que se realizase una estrecha vigilancia para impedir que Elvas recibiese avituallamientos o cualquier otra clase de ayuda del exterior, de tal modo que sólo la llegada de un verdadero ejército podría evitar la capitulación de la plaza. La reina madre Luisa de Guzmán decidió llamar a António Luís de Meneses, conde de Cantanhede, para entregarle el mando general de las tropas portuguesas en el Alentejo, y transferir para el mismo teatro de operaciones a Sancho Manuel de Vilhena, que pasó a asumir las funciones de maestro-de-campo-general. Las tropas españolas instaladas en las dos colinas más próximas comenzaron a bombardear la ciudad de Elvas, causando pánico y grandes bajas en la población. Pero el mayor peligro era la peste, que causaba cerca de 300 muertes por día.

En esta situación, el conde de Cantanhede, Antonio Luis de Meneses, reunió en Estremoz un ejército de socorro. A pesar de grandes dificultades, que le obligaron a organizar reclutamientos en Viseu y en la isla de Madeira y a reunir las guarniciones de Borba, Juromenha, Campo Maior, Vila Viçosa, Monforte y Arronches, el conde de Cantanhede consiguió formar un ejército de 8.000 infantes, 2.900 caballeros y siete cañones. Habiendo quedado acordado entre el conde de Cantanhede y D. Sancho Manuel que el ataque a las líneas de Elvas se haría por el sitio conocido como Murtais, el ejército portugués salió de Estremoz y marchó hacia la plaza sitiada.

El ejército portugués ocupó las colinas da Assomada, desde donde se avistaba la ciudad de Elvas y las líneas enemigas, éstas en un majestuoso campamento. El 14 de enero, cerca de las ocho de la mañana, los portugueses desencadenaron el ataque, como estaba previsto, por el sitio de los Murtais. La victoria se mantuvo indecisa durante algún tiempo, pues al ataque correspondía una vigorosa defensa del lado español, pero a cierta altura las tropas del conde de Cantanhede lograron romper irresistiblemente las líneas españolas, que comenzaron a ceder terreno y no tardaron en huir.

Las pérdidas sufridas por los españoles en esta batalla fueron enormes. De los 18.000 hombres comandados por Luis de Haro, apenas 5.000 infantes y 300 caballeros consiguieron alcanzar Badajoz.

En esta batalla se distinguió el conde de Cantanhede, que recibió, entre otras menciones, el título de marqués de Marialva, por carta de ley del 11 de junio de 1660.





FUENTE: WIKIPEDIA